El azul del cielo, la claridad del agua, la luz del sol, la humedad del invierno, todo eso y mucho más es mi mente. Diamantes corren por mi cuerpo, flores brotan de mis ojos, copos de nieve salen de mis labios; Mis manos son ramas de un árbol en otoño, soy lo que no cuidas, cómo las montañas que no aprecias, cómo la nieve virgen de un campo sin razón. Y tan sólo me ves cómo un simple día de verano, cálido y monotono, pero soy más que eso, cómo las blancas nubes de un día de primavera llenas de odio o las nubes grises de un día de otoño cargadas de lagrimas y luz, esa luz que limpia tu mente cuando ves los prados escarchados por esperanza, la esperanza que depositas en el mar cuando ves que algo anda mal, y ahí estan los pajaros, ayudandote a saborear el sonido de la brisa, para que algun día, cuando quites los espejos de tus ojos, logres ver, que no soy tan solo un calido día de verano.
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